Tanto desde el entorno de Banco de Valencia como del mundo financiero en Cataluña se daba este lunes por hecho que La Caixa va a jugar fuerte en esta operación. Responsables de la entidad que preside Isidro Fainé han estado realizando lo que se podría considerar una due dilligence previa a la presentación de la oferta. Los contactos entre las dos entidades se intensificarán en los próximos días, con nuevos emisarios de la caja catalana en Valencia.
La Caixa está realizando una due dilligence previa a la presentación de la oferta por la histórica entidad valenciana
El FROB reactivó oficialmente la venta de Banco de Valencia el viernes pasado. Sin embargo, el equipo directivo de la entidad valenciana, encabezado por José Antonio Iturriaga, ya había dado órdenes 15 días antes de actualizar el cuaderno de venta, aparcado desde el 21 de junio, cuando se paralizó la colocación.
Con ese cuaderno actualizado, con los nuevos datos aportados por la auditoría deOliver Wyman y la puesta en marcha del banco malo, esencial para sanear el banco antes de la entrada del nuevo dueño, es con el que el equipo de Iturriaga ha estado perfilando un trabajo que, pese al paréntesis ordenado por el FROB, no ha dejado de desarrollarse: encontrar un comprador y evitar la tentación de liquidar el banco. El objetivo es cerrar el acuerdo de venta cuanto antes, "de forma inminente", según las mismas fuentes.
LA PARTICIPACIÓN EN AGUAS DE VALENCIA, UN ALICIENTE
Aunque por el banco se han interesado varios fondos de inversión, en las últimas semanas solo han quedado entidades financieras españolas, entre las que estaban "todos los grandes", en palabras de conocedores de la operación consultadas por este periódico. "Sin activos tóxicos, el banco es muy apetecible por su importante cuota de mercado en la Comunitat Valenciana y presencia entre el sector empresarial local", aseguran.
Aunque por el banco se han interesado varios fondos de inversión, en las últimas semanas solo han quedado entidades financieras españolas, entre las que estaban "todos los grandes", en palabras de conocedores de la operación consultadas por este periódico. "Sin activos tóxicos, el banco es muy apetecible por su importante cuota de mercado en la Comunitat Valenciana y presencia entre el sector empresarial local", aseguran.
En ese contexto es en el que se está moviendo la operación. El perfil de los dos candidatos a quedarse con el negocio de Banco de Valencia, en todo caso, es bien distinto. Mientras que Bankinter tiene una presencia muy limitada en la Comunitat Valenciana, La Caixa sí tiene una implantación notable. Sin embargo, la cuota de mercado de la histórica entidad valenciana resulta interesante para ambos.
En el caso de Bankinter, controlada por el hermano de Emilio Botín, Jaime Botín, con el 23,8% del capital, y Credit Agricole, con el 19,4%, la compra de Banco de Valencia representaría un salto cuantitativo relevante en la entrada en banca minorista en el territorio.
Para La Caixa, según las fuentes consultadas, la operación supondría reforzar su presencia en una zona en la que el otro gran banco catalán, Sabadell, ha tomado posiciones con la compra del negocio de Caja del Mediterráneo. Además, desde el entorno financiero también se apunta al interés de la caja catalana por el paquete accionarial de Banco de Valencia en Aguas de Valencia, uno de los caballos de batalla del FROB desde que tomó el control de la entidad. La Caixa mantiene estrechos vínculos con Suez, la empresa que controla Aguas de Barcelona (y en la que participa aún una participación accionarial que ronda el 20%) y que está presente en el capital de AVSA pero que no tiene voz en el consejo.
La clave para la resolución de la venta está en las propias entrañas del banco. Una vez traspase al banco malo los activos tóxicos, habrá que calcular las necesidades de capital que tiene y que serán las que tendrán que aportar los nuevos socios, posiblemente mediante una ampliación de capital. Una operación que podría conllevar una operación acordeón que previa, lo que debilitaría la ya escasa presencia de accionistas locales.
Los socios históricos de Banco de Valencia consultados por este periódico ven en la candidatura de La Caixa una opción más segura para el deseado mantenimiento de la entidad como banco independiente y con su marca. En todo caso, las absorciones que ha realizado La Caixa en estos últimos años, especialmetne la última, Banca Cívica, no apuntan en esa dirección.
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