miércoles, 19 de septiembre de 2012

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La Caixa, obligada a españolizarse tras el reto independentista de Artur Mas

Leyendo, leyendo me encuentro con un artículo un poco extenso pero que habla sobre la situación de nuestra empresa en el separatismo, que digo separatismo, independentismo catalán, una vez te lanzas su lectura se hace interesante, reproduzco algunos párrafos, y al final para quien tenga interés le dejo el enlace a la fuente de la información.

A pesar de haber vadeado todo tipo de situaciones a lo largo de sus 168 años de historia, nunca como ahora las cosas se habían puesto tan difíciles, tan endemoniadamente complicadas para la Caixa d’Estalvis i Pensions de Barcelona, popularmente conocida por “la Caixa”, como en estos momentos. A las dificultades de una crisis como no recuerdan otra los viejos del lugar, que ha obligado a la institución a convertirse en banco, ir con la lengua fuera para cumplir ratios de solvencia por culpa del estrechamiento de márgenes, afrontar un sin número de problemas con las participadas (dividendo de Telefónica, caso Repsol), abordar el cierre del 20% de la red de oficinas (de un total de 6.590), el portaviones (34.800 empleados) que pilota Isidro Fainé, 70, se enfrenta ahora a un desafío nuevo que no estaba marcado en las cartas de navegación: el reto independentista planteado en Cataluña por el Gobierno de Artur Mas.
 --/-- Los riesgos para La Caixa, como para tantas empresas catalanas, de una eventual declaración unilateral de independencia son muchos. “Esta es una empresa española”, asegura una fuente de la institución que pide el anonimato, “que tiene su negocio más fuera que dentro de Cataluña. De hecho, dos tercios de la actividad, el negocio y los clientes de la Caixa están fuera de Cataluña –como les ocurre a Planeta, a Freixenet y a tantas otras-, y en el resto de España, porque en el extranjero solo tenemos participaciones financieras. De manera que La Caixa es una empresa española con sede en Barcelona que aspira a estar en todo el mundo, y ahora un banco español en el más amplio sentido de la palabra, porque para eso hemos trabajado siempre”. --/--
 --/-- El proceso de españolización de La Caixa se materializará con la eventual absorción de un banco, “un banco de los de siempre, con un buen nivel de margen para compensar la dependencia que tiene la cuenta de resultados de Caixa de las plusvalías de sus participadas”, señalan fuentes del mercado. El Popular está sobre la mesa. A Ángel Ron, 50, le gusta la idea; a Nin seguramente menos. Sabido es que la mayor dificultad de una fusión bancaria suele consistir en dar salida a las aspiraciones de poder de cuatro personas, dos presidentes y dos consejeros delegados. En este caso las dificultades serían solo tres. Fainé seguiría siendo capo di tutti capi, con Ron al frente del negocio bancario. ¿Qué hacer con Nin? La presidencia de Repsol, un puesto ahora muy disputado por toda suerte de aventureros, no es una opción descartable. “Algo haremos, seguro”, sostienen en el entorno de Caixa, “pero no antes de ver cómo queda el mapa bancario después de la revolución en curso, porque cuando el sector se estabilice va a haber oferta de sobra para elegir. Pero si se trata de españolizar la marca, la opción parece clara: Popular o Banesto”.--/--


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